Desde siempre existieron quienes desean apagar un incendio con nafta. Si algo le faltaba a la marcha exitosa de Sergio Massa por las míticas tierras bonaerenses era el de victimizarlo ante la sociedad, que abrumadoramente rechaza TODO acto de violencia.
Cada piedrazo lanzado contra la caravana proselitista del candidato del Frente Renovador sumaba centenares de votos de una comunidad que pide a gritos dialogo, tolerancia y participación.
Descontamos que el militante medio y simpatizante del Frente para la Victoria nada tuvo que ver con estos desgraciados sucesos. Estos hechos están más bien focalizados en un pequeño grupo de energúmenos que mal creen que la fuerza bruta puede doblegar a la razón.
En todo tiempo y lugar existieron los “Leones sordos”, los intolerantes que con su necedad producen el efecto contrario que desean alcanzar.
No se detiene el destino a piedrazos, no se logran metas políticas con garrotazos, todo lo contrario, la ciencia política se viste siempre con el sutil ropaje de la persuasión y la diplomacia.
Estamos seguros que Martín Insaurralde lamento profundamente estos incidentes, ya que en definitiva fue el verdadero perjudicado. Tanto Massa como Insaurralde forman parte de la misma comunidad de jóvenes políticos que saben cuáles son los agradables modos que la sociedad prefiere.
La caravana en calles de la Matanza, en el barrio humilde y trabajador de San Carlos, no es merecedora de ninguna crítica, ya que los inadaptados no pertenecen a esta digna comunidad de obreros.
Sergio Massa consolida un perfil dialoguista y conciliador afianzado por Intendentes que conocen los laberintos intrincados de las arduas negociaciones en pos de conseguir recursos a favor de sus municipios.
La violencia solo engendra más violencia, la tolerancia es el único camino hacia la paz social. La intolerancia no es patrimonio de un partido político o facción, está presente en estado latente en la generalidad de la raza humana. Por esto es tan difícil de ser superada definitivamente.
Para el Frente Renovador la caravana por la Matanza fue en términos personales muy triste, en término políticos fue exitosísima, ya que consolido un perfil de campaña con el cual Massa se encuentra muy cómodo.
Las piedras no detienen al destino.
Máximo Luppino
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