miércoles, 26 de septiembre de 2012

0 BRASIL: MÁS DE 50 MUERTOS


“Sigue la guerra entre narcos y militares. Ya hay más de 50 muertos y el ejército cercó dos favelas conocidas como Penha y Alemao. En total, unos 800 soldados rodean a 500 narcos. Desde el domingo pasado la ciudad está sitiada y el caos es generalizado.”
Sabemos que Rio De Janeiro es una de las ciudades más importante de América y una reconocida metrópolis de orden mundial. Desde hace unos días, se está desatando un enfrentamiento armado de asombrosas características. La región toda está custodiada militarmente. Los narcos son dueños de una capacidad logística y armamentista de tal magnitud que enfrentan al mismísimo ejército brasileño. En la naturaleza, todo está íntimamente relacionado; actúan las fuerzas interdependiendo e interactuando unas con otras. Así se teje la delicada trama del tejido de la humanidad. La vida de nuestra nación Argentina está muy ligada a la suerte del hermano país de Brasil ¿Cuánto falta para que esta calamidad que sufre Brasil llegue a nuestra patria? ¿Estamos tomando recaudos por lo que apreciamos que le sucede a Brasil? Hace poco tiempo vimos cómo, en México, fuerzas narcos masacraron a decenas de personas inocentes por considerarlos “una molestia” para sus maniobras. Se mata como advertencia, se masacra como una “exhibición de poder”. El chantaje y la tortura son las primeras vocales del abecedario de los narcotraficantes. Crueldad, crimen, desprecio por la vida, devoción por el aturdimiento, junto con la satánica pretensión de ABOLIR NUESTRA CONCIENCIA son algunos de los funestos objetivos de esta encarnación del mal. La lucha contra la drogadependencia es una causa mundial, donde cada país, cada grupo social, cada familia debe comprometerse activamente. Si nos valoramos como individuos conscientes y evolucionantes, capaces de reflejar arte, fuerza y belleza debemos estimular a nuestros jóvenes con nuestras ganas de existir. DIOS ilumine nuestros pasos para poder luchar contra el peligro más grande que la humanidad enfrenta desde su divina creación.

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