Desde siempre, los E.E.U.U. exhibió un doble discurso malicioso: mientras se presentaban como los “campeones de la democracia”, ideaban y sostenían gobiernos de facto en Latinoamérica. En otras latitudes, a través de intervenciones militares, bombardeando pueblos enteros bajo el pretexto de destituir dictadores, se apoderaban del tan mentado “oro negro”. Decían establecer democracias, cuando en realidad se apropiaban del petróleo de otros países. Los Estados Unidos De Norte América impusieron “infalibles recetas económicas” que trajeron hambre y más endeudamiento a los países que aplicaron su despiadado dogma capitalista. Hoy, los yanquis están al borde del Default, en lo que podría ser una inédita cesación de pagos para la primera potencia mundial. ¿Qué pasó? ¿Qué capítulo de la novela de Hollywood nos perdimos? ¿Dónde quedaron sus imbatibles recetas económicas?... ¡Ay, ay estos yanquis, que bien que mienten! El capitalismo como sistema de acumulación de ganancias en desmedro de los pueblos, de los hombres y de la libertad del ser es criminal y decadente.
El Peronismo plasmó desde sus más tiernos y románticos orígenes otros ideales, otra forma de relación más justa e igualitaria entre las personas. Desde la mística de la “tiza y el carbón” o de la libertad con “cebollita y huevo”, el justicialismo elevó nuestra doctrina humanitaria, justa y cristiana. Mientras Estados Unidos está en los umbrales del colapso financiero, la presidente de la Nación Argentina anunció un nuevo aumento para las jubilaciones de nuestros abuelos. Europa toda está atenta a las peligrosas oscilaciones bursátiles. Un país en rojo económico afecta las finanzas de todo un continente y del planeta todo. El general Juan Perón ya nos hablaba de un mundo interrelacionado con sociedades cada vez más interesadas en su porvenir. Los “indignados” de España dan cuenta de este fenómeno. Estamos viviendo momentos de transformaciones, de cambio. Una decrépita relación de poder está forzada a ceder ante una realidad que muestra un mundo informado, con capacidad de participar y resolver la problemática de su propia existencia. En nuestro querido San Miguel, asfaltos, cloacas, agua corriente y un sistema de salud renovado y pujante, son parte indiscutible de un municipio que crece a pasos firmes. En la Argentina hay mucho por hacer, pero estamos bien encaminados. La provincia de Buenos Aires es la locomotora del país. En San Miguel, Joaquín De La Torre está sentando las bases de una auténtica comunidad organizada. Cristina-Scioli-De La Torre, más que una fórmula ganadora es una opción para el progreso y el desarrollo.
El movimiento Nacional Justicialista le regaló a nuestra Nación su espíritu indómito y rebelde. Ningún peronista se sintió jamás medio centímetro menos que cualquier yanqui ploteado de superhéroe urbano deglutidor de hamburguesas. En concreto, nuestros jubilados son cada vez más reconocidos por su trabajo y sacrificio. En nuestra patria chica agradecemos al intendente Joaquín De La Torre la vocación permanente para mejorar nuestro distrito y tratar de colocar a San Miguel en un sitial de relevancia dentro de los municipios más desarrollados. Argentina avanza con recetas propias, con criterio autóctono, con sentimiento de integración latinoamericana, con ideales humanistas y compromiso de total igualdad y solidaridad entre los hombres.
Máximo Luppino
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