La creación está en constante fluctuación, todo va y viene inmerso en una infinita esfera de vida en imperturbable evolución. Nuestros pensamientos y acciones viajan por el insondable espacio para volver a nosotros, cual búmeran  potenciado, de la mano del alquimista tiempo que nos sugiere cambiar para adecuarnos a los designios del alma. Vivir sin temor, de espalda al miedo, significa confiar en la verdad; ¡todo está evolucionando rumbo a la perfección! El hombre, aseveraba el General Perón, es “artífice de su propio destino”; con esta afirmación, el tres veces presidente de los argentinos,  traspasaba los umbrales de la política para sumergirse en la profunda filosofía de los designios herméticos del gran saber.    
Nosotros mismos somos autores ineludibles de nuestros infortunios y de nuestros aciertos ¡Basta ya de buscar ajenos responsables por nuestras penurias! Nosotros y sólo nosotros podemos escalar las cumbres de la realización.
“Traidores y traicionados” son espectros de demasiadas subjetividades a  flor de piel, conceptos anti-diluvianos en boca de “progresistas” políticos, palabras impotentes lanzadas por pueril despecho en la tragicómica novela del poder. La ley del búmeran no descansa y mientras recibimos los designios del ayer lanzamos  los parámetros mentales que delimitarán nuestro futuro devenir. Para escapar de el laberinto de la ley de “causa y efecto” debemos abrazar lo sin-causa, volar más allá del diminuto territorio de la personalidad, estar próximo a la VERDAD y desoír a la vanidad fruto de la ignorancia.
El mañana siempre es liberador si cumplimos con nuestro deber con alegría y sin lastimar a nadie jamás; siendo útiles es cómo mejoramos. Cuando el jefe del justicialismo vuelve del exilio a la patria perdonó y sobrevoló todo posible rencor reinante, así dijo: “Para cada argentino no debe haber nada mejor que otro argentino”…De esta manera el GENERAL marcó nuestros futuros desafíos, la misión de la unidad nacional aún no pudo sortear la estricta ley del búmeran.
Máximo S. Luppino
Publicado en el DIARIO LA Hoja
 
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