Estuvieron conspirando por todos los rincones de nuestro esplendente San Miguel,  esbozando conjuros infantiles en el seno de una logia de cotillón, diagramando estrategias de muchachos mal dormidos con el sol en sus espaldas; desconociendo la realidad, realimentando sus pareceres con  propias incoherentes fábulas. En la engañosa comodidad de los bares toda estrategia parece posible; luego, al despertar, la realidad se exhibe con todo su incontenible poderío.   Nadie gana, todos perdemos cuando creemos que con mentiras podemos edificar un futuro mejor; y es demasiado triste ver cómo por desmedida ambición se atropellan los sagrados valores de la amistad y la familia. Cual gurkas  sedientos de sangre y fama se lanzaron alucinados a pretender imponer sus caprichos, contaban con ejércitos de papel, exhibiendo armas de cartón que lanzan balas de difamación.  Organizaban deslumbrantes encuentros de pícaros, donde el que planteaba un criterio laborioso era expulsado inmediatamente de esta singular cofradía.
Platón señala la existencia de una civilización anterior a la nuestra de tremendo desarrollo psíquico, la magnífica Atlántida, las mentes más esclarecidas trabajan en la comprensión de la energía cuántica. Poetas y científicos se encuentran en formidable coincidencia imaginando los portales que nos conducirían a otras dimensiones de conocimientos más sutiles… Pero los guapos de peloteros traman quimeras para lucrar con el esfuerzo de otros, ahogando la propia creatividad que subyace en su interior. Muchos de estos compañeros compartieron pan y sueños junto a nosotros…Desde el corazón los llamamos a vivir simplemente, con la luz del día, ser laburantes honestos como lo fueron sus padres, ser felices en la gozosa esfera del deber cumplido. De alguna manera los errores de nuestros semejantes son errores compartidos, ellos no son peores, nosotros no somos mejores, todos somos potencialmente iguales, la diferencia estriba en el camino que elegimos. ¡Vengan con nosotros, compartamos la mesa!…
Máximo S. Luppino
Publicado en el DIARIO LA Hoja
 
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