El Peronismo ofreció verdaderos héroes a la causa nacional, el movimiento nacional justicialista se abrió camino a lo largo de su historia a punta de coraje y entrega. Las banderas peronistas continúan en alto por la generosidad de sus prohombres que no dudaron en entregar su propia vida para lograr la grandeza de la patria y la felicidad de nuestro pueblo.
José Ignacio Rucci, soldado incondicional del General Perón, trabajaba para la pacificación del país cuando asesinas balas truncaron su vida física…Pero por esa constante impronta mística Peronista también su nombre se convirtió en bandera. ¡Qué no sueñen jamás los gorilas de derecha o los fundamentalistas apátridas de izquierda que olvidaremos a nuestro HERMANO CAÍDO! ¡Esos asesinos no conocen el espíritu indomable del Justicialismo!...
Una vez más el General tenía razón: “La fuerza es el derecho de las bestias” y enlazado con la máxima de que: “sólo la organización vence al tiempo” nos encontramos hoy, alejados de todo sentido de venganza y odio, rindiendo sentido homenaje a nuestro querido RUCCI, ejemplo y emblema de la militancia justicialista al servicio de la nación.
Pero esa tercera presidencia de Perón tenía una revolucionaria consigna que marcaba el tan anhelado rumbo de unidad e integración social: “Para cada argentino no debe haber nada mejor que otro argentino”…Ya Rucci forjaba su carácter en la época dura de la Resistencia Peronista, haciendo frente a los atropellos de la “revolución  fusiladora”, dirigente sindical de aquel orgullo nacional, la fábrica siderúrgica SOMISA.  La poderosa U.O.M  y su auténtico peronismo lo catapultó a la secretaría general de la legendaria C.G.T. Empeñado en el operativo “retorno” fue uno de los distinguidos compañeros que posibilitaron el retorno de Perón a la patria y del reencuentro del pueblo con su indiscutido líder. Un silencio estremecedor sacude nuestra alma al recordarte querido  compañero, JOSÉ IGNACIO RUCCI inmortal soldado de PERÓN.
Máximo S. Luppino
Publicado en el DIARIO LA Hoja
 
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