Los carroñeros ávidos de aplausos merodearon alrededor de un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad del General PERÓN, luego de 34 años de su deceso físico la magia del paternal líder está más intacta que nunca.
¿Cómo homenajearlo mejor? ¿Qué frase esbozar? ¿Qué recuerdo sobre tantos evocar?...El padre del Justicialismo descansa en el cielo de los hombres buenos, resurge en el alma del pueblo argentino todos los 17 de octubre y se llena de nostalgia al ver la plaza de mayo huérfana de su magnífico encanto. La historia de los pueblos es maravillosa en su incansable peregrinar hacia la libertad, en esta prolongada marcha siempre existieron guías y hermanos mayores que, más ágiles de paso, marcaron el rumbo.
Palmas y coronas se agolparon en la base de fríos monumentos y de rígidas estatuas, un sinnúmero de bustos austeros fueron visitados por miles de compañeros a lo largo y ancho de toda la república, qué en sincero homenaje dejaron escapar algún que otro sollozo nacido desde lo más profundo del corazón…Es que todos recordábamos al gran líder, al JEFE del Peronismo, al mentor de la tercera posición, como se lo llame… para nosotros: el pocho, el viejo, el general…
El peronismo fue y es la sólida muralla que no permitió avanzar en nuestra patria a las foráneas ideologías pregoneras del odio y la violencia, tal vez este sea entre tantos el mejor legado del general. En las casas humildes de nuestros populosos barrios poco les interesa la complejidad política internacional, pero la intuición certera de los trabajadores les dice que Perón de verdad los quiso y los cuidó de la barbarie de los canallas, y los descamisados lo honran con límpidos recuerdos de autentico amor.
Es la mística inextinguible del Justicialismo la que mantiene viva la flama de los ideales solidarios de Perón, por esto decimos: ¡PRESENTE MI GENERAL!
Máximo S. Luppino
Publicado en el DIARIO LA Hoja
0 comentarios:
Publicar un comentario