El cavernícola está contento ¡Tiene garrote nuevo!... Existieron los hombres prehistóricos como consecuencia lógica de la evolución humana, eslabones dignos de la cadena ascendente de la humanidad. Pero persisten, aún hoy, los individuos que se aferran a lo peor de sí mismos, que se ufanan orgullosamente de ser torpes y bestiales. Caminan pisoteando las flores del camino. Marchan sedientos de emociones primarias ignorando por opción las sutilezas del SER, a estos singulares hermanos los bautizamos cariñosamente, “los cavernícolas”. Estos cultores de las rocas, descreen de la amistad duradera y de los ideales de convivencia, actúan con sus semejantes como si todos viviéramos en un gigantesco coto de caza. Donde los sentimientos fraternales debes ser destruidos por considerarlos expresiones de debilidad.
La auténtica madurez es actuar con suma responsabilidad espiritual, en esta dimensión ser fuerte es poseer resistencia al mal y enaltecer la vocación de servicio hacia la humanidad toda. El cavernícola no quiere comprender, golpea, pretende lastimar, se encierra en su lecho de barbarie negando la luz del sol. El cavernícola es rico en ignorancia. De todas maneras guardamos afecto por el aletargado hombre, en breve, con dolor inmenso, dejará de jugar con el garrote y comenzará a valorar la amistad sincera por él descuidada. Recordará cuál es la misión del hombre en la vida, así desarrollará nuevamente los sentimientos nobles que por un tiempo olvidó. Nos parece oportuno recordar un milenario precepto que iluminados maestros enseñaban a sus dilectos discípulos. “Aprende, siempre aprende, aprende de la tierra que recibe las flores sobre ella con la misma ecuanimidad que las sucias pestilencias. Aprende del fuego que quema todo sin discriminación por lo impuro. Aprende del agua, que lava cosas sucias y no se siente triste, se alegra de ser útil. Aprende del aire que lleva toda suerte de fragancias, sean repugnantes o dulces, el viento sabe que todas son útiles ¡Aprende, siempre aprende!”…
Máximo S. Luppino
Publicado en el DIARIO LA Hoja.
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