Parecía que una parte del pasado retornaba al presente con toda la fuerza arrolladora de los recuerdos bien vividos y de las nostalgias que, soberanas únicas del corazón, reclamaban su territorio de afectos.
Esa silueta de pasos activos anunciaban un rostro contemplativo y familiar, había regresado al pueblo el compañero Jorge Ottone. El Peronismo de San Miguel le palmeó las espaldas, le estrechó las manos y, con incontenible cariño, lo abrazó como para no dejarlo partir de nuevo, cómo para reclamarle desde los sentimientos que se entrevere con nosotros, sus amigos de siempre…
Jorge Ottone retornó al lugar del cual jamás partió, ya que su corazón militante empujó todos nuestros sueños de muchachos de barrio, de ideales esbozados en una infinita mesa de café, de compañeros Peronistas que creen en la patria solidaria con protagonismo popular. Hoy lo vemos cruzar meditabundo la plaza del “pueblo” con su bagaje de sueños a cuestas, con sus deseos de ayudar a flor de piel, es que Jorgito nació solidario, no sabe ser de otra manera, es parte y todo de esa barra que el capitalismo no pudo corromper, es uno más de los que desean ser coherentes con los dictados de su alma, es un embajador genuino de nuestras leyendas pueblerinas, un “digesto” incorruptible de anécdotas eternas, un buscador incansable de razones vivas; es simplemente nuestro querido amigo Jorge Ottone.
No sabemos en qué momento Jorge ingresó en la galería de los personajes míticos de San Miguel, sí sabemos que por sus venas peronistas corre genuina doctrina nacional y popular, también sabemos que sueña sueños buenos para todos y, más que nada, sabemos que Ottone es un atento centinela de las inclaudicables huestes de la amistad… Estamos contentos por el regreso de un amigo, las noches son más dulces…bienvenido querido Jorge.
Máximo S. Luppino
Publicado en el DIARIO LA Hoja
0 comentarios:
Publicar un comentario