Los que conformamos MARTÍN FIERRO les deseamos a todos un muy feliz 2008. Los saludamos desde la plena conciencia de que los hombres estamos profundamente hermanados desde nuestra esencia misma, y que nuestro destino está indisolublemente ligado a todos.
El error de un prójimo, de alguna manera, es una desventura compartida. El acierto de un semejante revitaliza y empuja a toda la humanidad hacia delante. ¡Así de ligados estamos y tan importantes son nuestros pensamientos y decisiones!
Igualmente tenemos presente que la cotidianidad nos exige una suerte de confrontación no deseada que, en ocasiones, se torna muy cruda; donde en el fragor de la puja… hay heridos y lastimados. Bien…adelante de todas maneras…y vivamos con la dignidad propia de la estirpe de los héroes, que combaten sin odiar ni traicionar la buena FE.
Los amaneceres del 2008 estarán cargados de luz e iluminarán por igual a nuestros amigos como a nuestras antipatías, a altos y bajos, gordos y delgados, habitantes del norte como del sur; la luz nos envuelve por doquier.
Mesura y equilibrio en la época de bonanza, fortaleza y templanza en los momentos adversos. El tiempo nos trae experiencias de las cuales debemos aprender, toda vivencia es enriquecedora; seamos aptos y raudos para descubrir los secretos que el silencio profundo nos desea develar.
No debemos atarnos a triunfos pasados ¡Aquellos laureles ya se marchitaron! Tampoco angustiarnos por sinsabores del ayer, si somos positivos veremos que las heridas ya cicatrizaron y nos dejaron la adversidad superada, un estado de mayor fortaleza.
El único error serio es no vivir, esforcémonos en compartir y ser generosos, la compasión nos guiará a su continente de felicidad infinita.
Máximo S. Luppino
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