Toda desmedida sobreabundancia de riquezas ha producido invariablemente una contraparte de hambruna y pobreza. Las superpotencias erigieron sus tesoros a “punta de espada”, ocasionando muerte y desolación, aridez y orfandad. Como si esto no fuera suficiente violencia proceden a articular un discurso pacifista y democrático. Para ellos república es igual a explotación y sumisión de los demás pueblos del mundo. En los últimos días hemos observado cómo, una vez más, el Reino Unido de Gran Bretaña decide unilateralmente continuar saqueando recursos naturales de nuestro querido suelo Argentino. Los piratas no pueden con su naturaleza de ladrones del planeta. La pseudo gala y etiqueta inglesa se ve opacada por estos actos de latrocinio planetario a los cuales tienen acostumbrada a nuestra doliente humanidad…
Las islas Malvinas Argentinas continúan siendo usurpadas por el ejército Británico con la anuencia de los Estados Unidos de Norte América. Como decía irónicamente Abelardo Ramos: “¡los campeones de la democracia!” ahora expanden aún más su arbitraria osadía, explotando petróleo y pesca indiscriminada en nuestro mar Argentino. Las Naciones Unidas, entidad mundial de buen propósito, no llegará a ser del todo transparente hasta que dejen de tener algunos países con “poder de veto” a sus resoluciones; tragicómica casualidad estos países son los más ricos del planeta y los que poseen fuerzas armadas con devastador poder nuclear. ¿Cuál es el nombre del juego? ¿Tomarle el pelo a las otras naciones? Nuestra respuesta debe ser tremendamente cultural: difundir con honestidad y reciedumbre nuestros valores culturales, alejarnos del hueco cholulismo de la moda que busca que nuestros jóvenes admiren a sus opresores, ¿se entendió? _ ¡yes, yes!...
El glamour de la aristocracia inglesa parece no dejar de ser en realidad “¡un crimen encubierto!”. Las joyas de la corona huelen a sangre inocente derramada en todas las latitudes del planeta. “¡LAS MALVINAS SON ARGENTINAS, VOLVEREMOS!”…
Máximo S. Luppino
Publicado en el DIARIO LA Hoja
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