La catástrofe de Haití ha conmovido al mundo. Millares de muertos en un país sumergido en la más atroz e injusta pobreza. Algunos de los países que hoy desarrollan “tareas humanitarias” son parcialmente responsables de la inequidad existente en Haití. Pero nos imponemos ver el desarrollo positivo de una humanidad cada vez más comprometida con un mundo sin excluidos. Cada hombre en sí es: “Un universo mismo”, por los valores que encierra y por los misterios de relación y enlace con el resto de la creación. “¡Un hombre de cualquier lugar, de todos los credos, de indistinta ideología y raza, es la humanidad misma!”… ¡Lola bien lo sabía! ¿Quién es Lola? Es una perra marrón de apenas 5 años de edad, de raza Labrador que formó parte de un equipo de rescate de argentinos en Haití. Lola rastreó y encontró con vida a 9 haitianos, los cuales pudieron ser recatados gracias al trabajo de esta maravillosa perra.
Los idiomas, frases y conceptos están en constante evolución; a partir del ejemplo de Lola, como el de otros tantos caninos, tal vez tengamos que dejar de afirmar cosas como: ¡Solo como un perro! ¡Lo mataron como a un perro! O peor aún, ¡lo trataron como a un perro!... Miles de ejemplos son conocidos en el mundo de perros rescatistas, lazarillos, de socorro en la nieve o la montaña; en síntesis ¿De qué animales hablamos? Tareas humanitarias donde los que sobresalen son “animales” que tan mal en ocasiones tratamos, como a los caballos que ayudaron heroicamente a desarrollar la humanidad. Desde acortar distancias, trasladándonos, hasta trabajar la tierra arando de sol a sol. Acompañando a sus amos a las guerras en estoicas y valientes jornadas, muriendo desangrados junto a sus jinetes. Aún hoy le “pagamos” `por sus servicios enviándolos al matadero… Desde el “Callejero” de Alberto Cortez, hasta Lola misma, se nos obliga a replantear nuestras conductas… ¡Gracias Lola!
Los idiomas, frases y conceptos están en constante evolución; a partir del ejemplo de Lola, como el de otros tantos caninos, tal vez tengamos que dejar de afirmar cosas como: ¡Solo como un perro! ¡Lo mataron como a un perro! O peor aún, ¡lo trataron como a un perro!... Miles de ejemplos son conocidos en el mundo de perros rescatistas, lazarillos, de socorro en la nieve o la montaña; en síntesis ¿De qué animales hablamos? Tareas humanitarias donde los que sobresalen son “animales” que tan mal en ocasiones tratamos, como a los caballos que ayudaron heroicamente a desarrollar la humanidad. Desde acortar distancias, trasladándonos, hasta trabajar la tierra arando de sol a sol. Acompañando a sus amos a las guerras en estoicas y valientes jornadas, muriendo desangrados junto a sus jinetes. Aún hoy le “pagamos” `por sus servicios enviándolos al matadero… Desde el “Callejero” de Alberto Cortez, hasta Lola misma, se nos obliga a replantear nuestras conductas… ¡Gracias Lola!
Máximo S. Luppino
Publicado en el DIARIO LA Hoja.
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