Algunos compañeros oscilan estrepitosamente entre abrazarnos y construir un buen destino común o condenarnos al “purificador fuego eterno”. En una mano traen combustible dialéctico sumamente inflamable, en la otra, antorcha ardiente pronta a prender la hoguera de la jamás desterrada inquisición. Los vendavales de la propia inseguridad los conducen a ser salvajes doctrinarios, fundamentalistas anclados en una “esclarecida vanguardia” de rubia elite puntillosa, que no les permite reconocer que TODOS chapoteamos en el mismo fango político…
Nosotros les rogamos que no nos quieran “indultar”, ya que nunca nadie estuvo condenado por la maravillosa naturaleza DIVINA que nos protege.
Tampoco deseamos que nos califiquen como “rescatables” ya que no nos vemos como basura humillada que puede ser redimida por militantes de guantes blancos de nuevas agrupaciones que surgen desde un reducto oficial cobijado bajo un poder prestado. El mérito es nacer, vivir y trascender bajo el fuego graneado de las dificultades cotidianas y abrirse camino desde el llano ¡Muchachos, el Peronismo es otra cosa!, es conjugar los momentos desde la fraternidad y el compañerismo, descalificar es una actitud netamente gorila. Acariciemos el espíritu comunal desde la humildad que debemos desarrollar día a día, no le propinemos patadas al corazón ya que nos lastimamos el alma. Tal cual decía la compañera Evita “cuidémonos del oligarca que todos llevamos dentro”.
Nosotros les rogamos que no nos quieran “indultar”, ya que nunca nadie estuvo condenado por la maravillosa naturaleza DIVINA que nos protege.
Tampoco deseamos que nos califiquen como “rescatables” ya que no nos vemos como basura humillada que puede ser redimida por militantes de guantes blancos de nuevas agrupaciones que surgen desde un reducto oficial cobijado bajo un poder prestado. El mérito es nacer, vivir y trascender bajo el fuego graneado de las dificultades cotidianas y abrirse camino desde el llano ¡Muchachos, el Peronismo es otra cosa!, es conjugar los momentos desde la fraternidad y el compañerismo, descalificar es una actitud netamente gorila. Acariciemos el espíritu comunal desde la humildad que debemos desarrollar día a día, no le propinemos patadas al corazón ya que nos lastimamos el alma. Tal cual decía la compañera Evita “cuidémonos del oligarca que todos llevamos dentro”.
Perdón si al redactar estas líneas incurrimos en el error que a otros señalamos, pero la intención es compartir y construir desde la aceptación del semejante, provenga del lugar que proviniere, haya vivido lo que tuvo que vivir. Posea la ideología que tenga y las creencias que alberga su incuestionable individualidad desde el sagrado libre albedrío. Nuevamente, perdón si molestamos a algún compañero, y más perdón aún si en ocasiones salpicamos de barro vuestro precioso pedestal al cual no nos atrevemos a aproximarnos…Nosotros somos muchachos de barrio, de modestas pretensiones.
Máximo S. Luppino
Publicado en el DIARIO LA Hoja
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