El cerrojo financiero capitalista internacional ahoga las economías regionales junto a los emprendimientos familiares y pueblerinos, no permitiendo el surgimiento de productos y servicios de mayor calidad y con un concepto personalizado más profundo. La corporación del petróleo para defender su imperio lucrativo internacional “aletargó” el surgimiento de las energías alternativas que permitirían la no contaminación ambiental mundial y la mayor utilización de bienes por las masas populares desposeídas.
Pero la “timba capitalista” se desmadró en su insaciable sed de poder y en la locura usurera que pretendió colocarle precio a la libertad del hombre. La burbuja especulativa colapsó, y daría la impresión que estamos en los albores de un nuevo tiempo, en los comienzos de un nuevo orden mundial más justo y equilibrado ¿Quién califica el riesgo país de los Estados Unidos o del Reino Unido? ¿Qué organismo internacional imparcial sancionará la catástrofe financiera de Wall Street que desequilibra la economía mundial? Los que “califican” los procesos económicos de los países en desarrollo han llevado al mundo financiero al abismo de la incertidumbre y a la bancarrota. Para mayor perplejidad los “reyes de la iniciativa privada” ESTATIZAN bancos y entidades financieras, mientras el ciudadano común entrega su casa por no poder pagar sus elevadas cuotas, los gobiernos de Estados Unidos e Inglaterra sostienen a los bancos con el mismísimo dinero del pueblo que lo entregó en concepto de impuestos. Esperemos que no sólo los poderosos resulten airosos de esta crisis, sino también que los pueblos del mundo puedan mantener sus pocos bienes y tengan oportunidad de progresar. Estos tristes hechos de la actualidad mundial nos llevan a valorar aún más nuestra querida doctrina Justicialista que nos enseña que el capital debe estar al servicio del hombre, y que los bienes materiales son importantísimos en tanto estén empleados para desarrollarnos y manifestarnos con libertad y fraternidad para la felicidad de los pueblos.
Máximo S. Luppino
Publicado en el DIARIO LA Hoja
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