Los Estados Unidos De Norte América poseen bases militares propias diseminadas en todos los continentes. El imperio conserva sus unidades militares aún en aquellos países que son considerados como “aliados”, por ejemplo en Europa y Japón. Además de los cuantiosos equipos bélicos declarados públicamente, existen los grupos del Servicio de Inteligencia Norte Americano (CIA) que actúan implacablemente en todo el planeta. Defendiendo a cualquier costo los intereses económicos y políticos de los yanquis, en desmedro de la vida y libertad de los otros pueblos del mundo. En intensión de continuar con su política intervencionista EE.UU. pretende instalar nuevas bases militares en Colombia, y de esta manera toda América Latina se ve afectada. Estados Unidos proclama la vigencia de la democracia, también manifiesta luchar contra las tiranías y los opresores. Para esto invadió Irak ocasionando más muerte y sufrimiento que el propio despótico Sahadan Husein. Detrás de la infantil busca de libertad se escondía la criminal busca del poder económico que brinda el petróleo. Ayer un pretexto pueril, hoy una excusa ridícula ¿Alguien puede creer que no existe ningún interés político y económico de al menos algunos estadounidenses en el tráfico internacional de droga? La “solución” que propone Norte América es más intervención militar en países que poseen sus propios valores y derechos.
También pensamos que ningún país hermano latinoamericano debe “entrar” en la trampa yanqui de creer que adquiriendo armas y proponiendo una brutal escalada bélica encontrará el camino para liberar a nuestros pueblos. Sólo la edificación de nuestra cultura y la propagación de nuestros genuinos valores serán las verdaderas llaves que abrirán definitivamente los grilletes de opresión a los que pretenden sujetarnos. Cultura de vientos libres y tierras fecundas con ríos caudalosos en fraternidad. Es Suramérica nuestra patria grande destinada a ser manantial de sabiduría. El mundo del narcotráfico no sólo no se originó en nuestras latitudes; sino más bien fue importada por criminales manos aliadas a los despiadados imperios.
Máximo S. Luppino
Publicado en el DIARIO LA Hoja
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