La indiferencia es lodo sobre el pantano. La apatía es ver devorar mágicos ideales por las crueles hienas de la voracidad egoísta, y no conmoverse. La abulia y la pereza pretenden avanzar como las arenas recalcitrantes de los áridos desiertos sin vida. La apetencia comercial consumista quiere burlarse de la solidaridad y del estoicismo. El utilitarismo intenta ganar las aulas de las dulces escuelas, y diseñan carreras con “futuro laboral”…Todo planeado, todo sistematizado, en una sociedad “automatizada” en la cual es pecado pensar.
Pretenden opacar la fraternidad y declarar ilegal la valentía. Pero el Mio Cid Campeador continúa cabalgando en el veloz Babieca y Alonso Quijano continúa sembrando esperanzas por toda la campiña…No verán jamás el éxodo de los héroes…Lo magnífico, lo estupendo, lo deslumbrante, la marca superada y el límite vencido emparenta a los hombres con los dioses y los aleja del inconsciente mundo animal. Vivir en busca de la VERDAD y en pos de la belleza es verdaderamente vivir. Los sueños son el alimento de los héroes y los desafíos son una invitación a la acción. La angustia y la depresión suelen aflorar cuando no encontramos sentido a nuestra vida, la ignorancia nos produce egoísmo, esto nos aturde de tal manera que actuamos en contra de la evolución.
Los ídolos de la “caja boba” siembran maleza insana en nuestros jóvenes. El dinero ensaya sustituir al conocimiento…Pero la realidad se manifiesta poderosa y subterránea, silenciosa y letal…Siempre un niño imitará a un héroe, constantemente alumnos estudian por vocación y genuino deseo de aprender; ya que aprender es esfuerzo y recompensa en la misma liberadora acción. La tierra de los héroes es fértil, sus calles poseen flores de insospechado color, y siempre el necesitado encuentra quien le ayude a “llevar el fardo”. La humanidad tendrá cada vez un grupo más numeroso de servidores, ya que la dedicación a las causas nobles generan nuevos héroes.
Máximo S. Luppino
Publicado en el Diario La Hoja
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