La especulación es un cometa de bajo vuelo.
La convicción nos proyecta al dulce cielo de la satisfacción interior.
La convicción nos proyecta al dulce cielo de la satisfacción interior.
Las encuestas que oriundamente fueron instrumentos exactos y valiosos para acercar soluciones a las necesidades de la sociedad, hoy parecen estar reducidas, en su mayoría, a los intereses políticos que las contratan. Fomentando incertidumbre y desconcierto las cuales se suman a la incredulidad colectiva, generando un daño profundo al estado de confianza que debe reinar en una COMUNIDAD ORGANIZADA.
Las encuestas publicadas para las recientes elecciones de Santa Fe, Córdoba y Chaco, ofrecían resultados para todos los gustos y así satisfacían los más diversos paladares, asemejándose más a un "tenedor libre" que a la ciencia del noble Pitágoras. Encuestólogos serios, estudiosos de las fluctuaciones sociales, analistas del humor popular, buceadores sutiles de las tendencias del soberano; resisten estoicos las avalanchas del profano dinero que pretenden hacernos ver a personajes como Drácula y FranKenstein cual si fueran monjes Tibetanos o Carmelitas Descalzas. ¿Qué pensaría el taciturno Discépolo de todo esto? Tal vez se asombraría de la actualidad de su célebre "Cambalache"; o acaso diría: "¡Me quede corto!..."
Los cultores de la noche dicen: "¡La oscuridad es total, de ésta no salimos, son todos iguales!". Pero la aurora llega y con ella la luz invencible que renueva esperanzas y establece el orden natural. Entonces nos damos cuenta que el SOL siempre está, cuando no lo vemos es por que el planeta le ha dado la espalda. ¡Siempre hay un mañana mejor y todo evoluciona hacia el gran BIEN FINAL! A pesar de algunas encuestas, a las cuales, DIOS no suele someter su OMNIPOTENTE VOLUNTAD.
Máximo S. Luppino
Publicado en el DIARIO LA Hoja
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