¡Todo lo auténticamente generoso es venerado!... La capacidad de pensar en el bien común por sobre los primarios conceptos utilitaristas es, sin dudas, un requisito insoslayable por los hombres que se disponen a conquistar su infinito universo interior. Una poderosa voz entrañable llama incesantemente al hombre a cumplir tareas desinteresadas que colman de beneficios a toda la humanidad.
Desde un solitario cantor inspirado en una modesta peña, o un pintor que refleja colores del corazón en la comunión con su magia creadora; hasta el tesonero científico que escruta minuciosamente los resortes de las leyes de la naturaleza. Todos construyen un paso adelante rumbo a la perfección… ¡La perfección existe! El sendero de la maestría atrae cada vez a más caminantes deseosos de plasmar el sentido verdadero de la existencia humana. Todo esfuerzo sincero está signado a ser útil a la sociedad toda, sin exclusión alguna. Las pautas educativas deberían hacer profundo hincapié en el desarrollo de valores espirituales; no como una mera superflua adhesión a una u otra religión formal, sino como una forma de vida que reconoce en los demás nuestro idéntico ser. Al fin el falso concepto del yo personal se extinguirá para permitir el afloramiento del TODO como nuestra identidad real.
La lluvia regala a toda la tierra sus aguas revitalizadoras, y el sol no niega a nadie sus poderosos rayos de vida. ¿Por qué los hombres en ocasiones nos empeñamos en descalificar?, generando la venenosa primogénita violencia, que es la de no considerar la verdad de la existencia de nuestros hermanos… Martin Luther King, el Mahatma Gandhi, el incomparable apóstol del amor, la Madre Tersa de Calcuta y tantas otras grandes almas son muestras insoslayables de una magna generosidad social. El mundo político en una dimensión más modesta pero igualmente importante ha exhibido grandes ejemplos de generosidad. La dedicación de Eva Perón para enmendar las injusticias sociales y asistir con digna fraternidad a los dolidos era generosidad aplicada concretamente…
Máximo S. Luppino
Publicado en el DIARIO LA Hoja.
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