Se cataloga como “rubios del peronismos” a los queridos compañeros que poseen cordiales características que nutren el rudo tablón donde se levantó el justicialismo. Calificación afectiva que va más allá de las apariencias individuales, orden cultural o color de piel.
Son las lucecitas de colores del arbolito navideño, inquietos e incansables buscadores de los más insólitos ¿POR QUÉ?... Los más rubios del peronismo, ya casi albinos, son los que coincidiendo con la doctrina y epopeya justicialista no se “alinean” con nosotros a pesar de mirarnos con inocultable simpatía.
¿Cómo son los rubios del peronismo?
-Los rubios del peronismo son los que “estudiaron” para ser peronistas, el Justicialismo les pegó más en el balero que en el corazón. Analizan con quién tomar un café…no se brindan espontáneamente a un semejante sin antes conocer su “historial”, suelen parecer un tanto “fariseos”.
Poseen recelo de los sindicalistas, abominan a los “morfa eses” y se consideran dueños del peronómetro, así deambulan calificando perspicazmente las conductas de sus compañeros.
Todos tenemos un poco de “gronchos” y algo de “rubiolas” conviviendo en nuestro interior con amistad, ya que el peronismo sostiene la integración social trascendiendo el erróneo pensamiento de la lucha de clases. Las banderas de superación material, intelectual y espiritual alejan al justicialista de todo rencor y odio.
El peronismo sabe de la trascendencia del individuo, la inmortalidad del alma y da fe de la existencia de DIOS todopoderoso, es en este haz de luz multicolor donde todos los “perucas” estamos contenidos y hermanados en nuestra misión de mejorar la sociedad mejorándonos a nosotros mismos.
Máximo S. Luppino
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