0 Luis Migueles

Si mal no recordamos, corría el año 1992, fue en ese entonces que conocimos a uno de los personajes más singulares de la militancia justicialista san miguelina. Nos estamos refiriendo al compañero Luis Migueles, “lapicera” para los amigos. Ciertamente no es nada fácil mantener una relación superflua con Migueles, él pugna siempre por luchar por una quimera, por una utopía, por una causa justa e igualitaria. Especialmente por su querido Barrio Mitre. Pateador incansable del barro pobre y laburante, rebelde y ácido en sus reflexiones; pero leal y fiel como pocos. Un verdadero soldado de Perón. Lo hemos visto discutir con poderosos a favor de los humildes. Perder privilegios por ser coherente con sus ideas y “locuras”. Luis siempre fue un tanto díscolo y personalista, lo que jamás fue es traidor y falso. Por el cariño y el respeto militante que le tenemos a Luis, deseamos dar públicamente este testimonio. Sería para nosotros  más fácil callar, apoyar en privado a Migueles… ¿Pero seriamos dignos de su amistad si calláramos?... Alguien cometió un error o algún “pícaro” abusó de la buena fe y transparencia de Migueles. Nos atrevemos a citar al Mahatma Gandhi: “La verdad nunca daña a una causa justa”. En este contexto Martín Fierro se ve obligado a “poner el pecho” por un compañero, como tantas otras veces, sin miedo ni prepotencia; con digna humildad le decimos a Luis Migueles que estamos orgullosos de su amistad y de su estirpe de auténtico peronista…
El tiempo transcurrirá inexorable, y visitará el hogar de “propios y extraños” sin diferencia alguna. Preguntará el destino qué obra edificamos en nuestros cortos días sobre la tierra. Espero que nadie deba decir: ¡Yo sólo fui un alcahuete calificado!... Esperamos que el último de los infiernos del Dante absuelva a los traidores… Perdón si a alguien incomodamos, creemos haber cumplido con nuestro deber. Migueles posee como su bien más preciado su lealtad peronista. Martín Fierro rinde homenaje a ese DON.  

Máximo S. Luppino