Si alguien destruye la foto de tus padres o la de tus hijos produce una ofensa mayúscula, no obstante rompió sólo “papel retratado”, pero que representaba el sentimiento vivo de nuestros seres queridos ¡Es el complejo mundo del simbolismo!, donde existen objetos que ENCARNAN pasiones, sentimientos y pensamientos, en este sentido un símbolo ES LO QUE REPRESENTA mucho más de lo que “es” materialmente hablando.
Las banderas de los países son los símbolos por excelencia que constituyen el espíritu de la naciones, incluso los colores asociados canalizan emociones, el crucifijo despierta devoción instantánea para los cristianos; signos gestuales de paz o de victoria, son símbolos universales que encierran en sí mismos un poderoso concepto, en ocasiones más contundente que un frondoso acopio de palabras.
La “marchita, Los Muchachos Peronistas” es himno de guerra para “los peronchos”, sentido y fundamento de una manera de ser genuinamente nuestra, inteligible para “los gringos”; los actos partidarios no despliegan su total mística movimientista hasta que el inolvidable Hugo Del Carril entona las inmortales estrofas de “la marchita”.
¿Qué dirán ahora los que pretendían que olvidemos al General y su legado?
Honrar los objetos que SON SÍMBOLOS es enaltecer lo que representan, querer a la celeste y blanca es querer a la argentina, encumbrar la imagen de la virgen María es glorificar a DIOS en nuestro corazón.
Cada momento vivido con lealtad y bondad nos acerca a nuestra esencia de libertad, respetando es donde demostramos respetarnos. El justicialismo brindó igualdad y justicia para todos, sobre todo prestó especial interés en los desposeídos a quienes reivindicó. Por todo esto el Peronismo siempre vuelve con todo su impulso doctrinario para demostrar que es el sendero a transitar por toda América latina.
Máximo S. Luppino.
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