Las señales marcan el camino, orientan la marcha y, en el transcurrir del tiempo, dejan testimonios de las experiencias que los caminantes cosecharon.
Siempre existieron hombres que, con su trayectoria definida y límpida, se asemejaron a brillantes estrellas en profunda noche o en luces inspiradoras en el sendero de la vida.
Una buena señal brindada por el intendente de San Miguel, Joaquín De La Torre, y por el diputado provincial, Franco La Porta, es el honrar la administración municipal con la presencia en ésta de destacados hombres de bien y de probada trayectoria. En este sentido resaltamos al compañero peronista Agustín Santa Cruz, de quien disfrutábamos sus enseñanzas doctrinarias justicialistas matizadas con incontables anécdotas que reflejaban claramente su vasta trayectoria como soldado de la causa de Perón y Evita.
Existe una clase de hombres que, a pesar de las dificultades, jamás se dan por vencidos y no se permiten ser marionetas de “poderosos e influyentes”, simplemente viven la vida de cara al SOL.
Nuestra sociedad estaría más realizada si nuestros ideales fueran sólidos y generosos, teniendo al prójimo como el destinatario de nuestro amor y esfuerzo. El egoísmo es el camino del fracaso, el altruismo y la generosidad son el sendero de la verdadera liberación.
El ser agradecidos a la VIDA, por todo lo que nos otorga, nos coloca en la real perspectiva de hijos de DIOS anhelosos de la DIVINA COMUNIÓN.
Los recuerdos buenos generan una influencia extra que nos empuja a mejorarnos de la mano de personas honestas que nos alientan a continuar batallando. Esto sucede con la presencia de Agustín Santa Cruz, un ejemplo de conducta a seguir y una importante señal para San Miguel.
Máximo S. Luppino.
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