0 Desafío Peronista

El justicialismo a lo largo de su historia ha enfrentado múltiples vicisitudes e inconvenientes. Pero en primer lugar consideremos cuáles son las razones que determinan el surgimiento de una nueva corriente de pensamiento, o el auge y florecimiento de un movimiento político de vanguardia. Cuando la evolución humana está pronta a dar un nuevo paso en el sendero del perfeccionamiento emerge desde el fondo mismo del espíritu creador los nuevos elementos que oficiarán como herramientas lógicas y adecuadas para los nuevos sutiles objetivos. Así nacieron religiones, escuelas filosóficas y movimientos políticos. El peronismo ha combatido heroicamente en dos frentes bien concretos. En primer lugar con el poder político económico reinante que no deseaba ceder sus privilegios y lucrativas prebendas obtenidas a costa del hambre del pueblo. El otro tremendo rival, si se quiere más peligroso que el primero, es el que se encuentra filas adentro de nuestro propio espacio. Nos referimos al “oligarca que todos llevamos dentro”… Así, la inmortal Evita hacía referencia al egoísmo inherente en el hombre que lo conduce siempre a combatir con nuestra naturaleza inferior. La lucha siempre en primera instancia se libra en el plano de nuestra propia conciencia. Luego la resultante aflorará en el exterior, en el mundo de las formas. El Justicialismo se resiste a morir. La doctrina de Perón clama a gritos ser comprendida y ejecutada. Las caricias de Evita a sus “descamisados” desean resurgir… ¿Podrá nuestra propia torpeza lograr lo que los tanques y balas no pudieron? ¿Entregaremos nuestras banderas a los cultores del “Becerro de oro”? ¿Vamos a entregar la sangre de nuestros caídos al siniestro imperialista verdugo? ¿Seremos capaces de vender nuestra historia a cambio de nuevos “espejitos de colores”? ¡Es éste el desafío peronista! El de sobrevivir con gloria para que impere mayor justicia e igualdad en nuestra sociedad. El peligro más tremendo es nuestro propio egoísmo. En otras palabras: “El oligarca que tenemos dentro”…

Máximo S. Luppino

Publicado en el DIARIO LA Hoja